May 012010
Sin embargo, en muchas compañías, FB están baneado por los firewalls corporativos al considerarse una red social (!?) y por lo tanto con el único objetivo de hacer perder el tiempo a los empleados.
Es innegable que FB aglutina una parte no pequeña de las «tontunas de internet», pero ignorar, censurar y banear un fenómeno como FB no hace sino incrementar el síndrome «Mi jefe no se entera». En cierto sentido me recuerda a los que hace unos 10 años decían yo me pienso resistir a comprar un móvil.
Por el contrario, cada vez con más frecuencia es posible encontrar compañías que optan por explotar la potencialidad del fenómeno FB utilizando en su favor la economía de la atención que comentaba al principio del post.
Por su parte, y con bastante buen criterio, FB ha abierto su API, y dentro de poco será posible publicar contenidos en FB hasta desde un botijo. Este mismo post aparece también en FB mediante una de esas aplicaciones. Aún tengo pendiente trastear con el código para que los comentarios sean también compartidos en my blog y en FB.
La pregunta fundamental entonces es: ¿queremos realmente que esto ocurra?. Cada vez más tráfico en la red ocurre en (no «a través de») FB. Me temo que la base de datos de las intenciones, que algunos anunciaban hace años ya ha llegado.